Análisis de Dungeons of Dredmor

Hoy vamos a analizar Dungeons of Dredmor, un videojuego perteneciente a mi género favorito, los roguelike.

¿Alguien ha notado la referencia a Doom?

¿Qué diablos es un roguelike?

Básicamente es un tipo de juego en donde el movimiento es por turnos (nada se mueve hasta que tú lo haces) y transcurre en una mazmorra generada proceduralmente (se genera al azar y es diferente en cada partida), y en donde la misión del jugador consiste en descender hasta determinada profundidad y recoger un objeto valioso para luego escapar de la mazmorra. Para ello debe fortalecerse derrotando enemigos, explorando, recogiendo equipo, probando pociones y pergaminos (el efecto de cada color de poción suele cambiar en cada partida) y en general aprendiendo lás mecánicas. ¿Os suena a lo que véis en juegos modernos?

El Rogue original de 1980 en versión Amstrad CPC

A conseguir el objetivo y escapar de una pieza se le llama "Ascender". La mayor parte de la gente no lo consigue nunca. ¡Ni jugando durante años!
Lo normal es morir una y otra vez. A veces de forma injusta, otras por algún error cometido por el jugador, pero la muerte es una certeza en este tipo de juegos. Y es permanente. Si mueres, tendrás que comenzar de nuevo la partida.

¿Y qué tiene de especial Dungeons of Dredmor?

Dungeons of Dredmor es un juego roguelike bastante sencillo, accesible y con mucho sentido del humor. Las referencias a los videojuegos modernos como Deus Ex o Skyrim son constantes tanto en los comentarios de los enemigos como en el los nombres del equipamiento y las habilidades del jugador.

¿Quieres ser un Pirata-Arqueólogo con poderes mágicos? ¡Puedes!

Nuestro protagonista de grandes cejas debe bajar al décimo piso de la mazmorra en busca de Lord Dredmor y derrotarlo. En su camino encontrará una gran cantidad de equipo con multitud de bonificaciones de ataque y defensa, pociones, hongos y licores que aumentarán sus estadísticas temporalmente o le conferirán invisibilidad, resistencia elemental u otros efectos beneficiosos para el jugador (o no tanto). Y quesos. Muchos, muchísimos tipos de queso que recuperarán los puntos de vida del jugador.

Podrás también utilizar los sistemas de mecánica y alquimia para crear nuevos objetos a partir de otros viejos.

También encontrarás máquinas expendedoras y tiendas en casi todos los pisos en donde podrás vender todo lo que encuentres o comprar equipo caro pero poderoso. Pero mejor no cabrees al tendero o acabarás reducido a cenizas.

Podrás atacar cuerpo a cuerpo, a distancia utilizando un arco o una ballesta, utilizar alguna de las numerosas habilidades que puedes escoger, invocar hechizos, utilizar varitas o tirar dardos, shurikens o incluso, ¡pelotas de béisbol!

Una interfaz ordenad y clara. ¡Así da gusto!

¿Accesible y fácil?

Dungeons of Dredmor es accesible, posee una interfaz clara con iconos para realizar todas las acciones con un clic del ratón y abundante información al pasar el puntero por encima de cualquier elemento. Además el juego tiene unos gráficos dibujados a mano bastante simpáticos y con mucho encanto.

Tercia decir que por lo general los juegos de este género suelen representarse en modo texto, esto es, con números, letras y símbolos. Y de la interfaz, salvo excepciones, mejor ni hablar. Todas las acciones se llevan a cabo con combinaciones de teclas.

Pero que no te engañe, que de fácil no tiene nada en absoluto. Es un juego totalmente hardcore. El juego tiene un selector de dificultad, e incluso puedes desactivar la muerte permanente y reducir el tamaño de los mapas.

Pero morirás. Morirás todo el tiempo. Y te encantará hacerlo, porque es divertido.

Porque la muerte permanente es uno de los elementos que definen el género, y consigue que la sensación de tensión sea constante, por muchas veces que lo hayas jugado.

Pensarás concienzudamente todos y cada uno de tus movimientos... y temblarás de miedo cuando abras la puerta de un zoo de monstruos (un tipo de habitación llena de monstruos a rebosar).

Y si alguna vez llegas a ver a Lord Dredmor, es casi seguro que andarás escaso de objetos arrojadizos y pociones. ¡Corred, insensatos!

Éste es el mensaje que más verás en el juego

No es oro todo lo que reluce

Dungeons of Dredmor no está libre de problemas. Cuando el juego salió era, simple y llanamente, injugable debido a la enorme cantidad de bugs presentes. Con el paso del tiempo han ido saliendo parches que han solucionado la mayor parte de los problemas de estabilidad, problemas de guardado, han cambiado el sistema de crafting, pulido el juego y añadido más habilidades al árbol... aún quedan bugs, pero los chicos de Gaslamp Games ofrecen un servicio técnico excelente en sus foros y actualizan con frecuencia.

Aún así las partidas pueden tardar siglos en cargar, y ni hablar de instalar mods a mitad de una partida, que o bien pasan cosas extrañas o bien la partida ni llega a cargar. Lo sé por experiencia porque me han pasado ambas cosas.

Entonces, ¿vale la pena jugarlo?

Absolutamente sí, con bugs o sin ellos. Pero debes ser paciente y no debe importante morir una y otra vez. Si eres capaz de deshacerte de la mentalidad del jugador moderno de Call of Duty (en donde si mueres volverás a aparecer a escasos segundos del último punto de control), encontrarás un juego muy divertido que te absorberá durante cientos de horas sin que apenas te des cuenta.

Enlaces:

Página web de Dungeons of Dredmor
Página de Gaslamp Games